Page 220 - BUAP - Facultad de Medicina - Epidemiología Aplicada al proceso Salud-Enfermedad
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Número de casos
P = ------------------------------------------------------------- x 10n
Número de población expuesta al riesgo
Por enfocarse en el número de casos de una población en un momento
específico, la prevalencia no es susceptible a las potenciales consecuen-
cias de las pérdidas provenientes de muertes fetales o embarazos des-
conocidos, argumentos estos que hacen cuestionable la incidencia. Así,
para precisar la primera cuestión en discusión se asume que la incidencia
de defectos congénitos puede ser una medida teórica ideal, pero defini-
tivamente, la prevalencia es la que se puede medir con exactitud.
¿TASA, PROPORCIÓN O RAZÓN?
La segunda cuestión por definir, sobre cómo se debe denominar el indi-
cador; tasa, proporción o razón, es también materia de discusión. Según
puntualizan Schulman y colaboradores15en el artículo: On “rates” of birth
defects, no se debe plantear el indicador de frecuencia de defectos
congénitos como tasa de prevalencia, pues una tasa constituye una me-
dida instantánea de los cambios de una cantidad con respecto a otra,
siendo la segunda, casi siempre el tiempo.
Tanto Mason14 como Schulman, 15 coinciden en que los estimados de
prevalencia pueden ser; o bien una proporción, o una razón, en ambos
casos multiplicados por 10n.
Para que el indicado prevalencia sea una proporción, tiene que cum-
plirse la condición de que todos los casos reflejados en el numerador
estén representados en la población que constituye el denominador; un
ejemplo sería en caso que el numerador incluya a los nacidos vivos con
DC y el denominador incluya a todos los nacidos vivos sanos y con DC.
Razón de prevalencia es cuando el denominador no incluye al nume-
rador; sería al estimar un numerador que incluya DC de nacidos vivos, de
muertes fetales y abortos inducidos, mientras en el denominador solo se
incluyen los nacidos vivos.
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